Fotografía en blanco y negro
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CON-FIN-AMIENTO
LA VENTANA
la revolución
ESNALAR
La inclasificable artista Mónica Cofiño, "La Xata la Rifa", y la fotógrafa Irma Collín se reencontraron el pasado 9 de marzo. Llevaban siete años sin trabajar juntas y de ese encuentro surgió la idea de hacer volar a un personaje en el que Cofiño llevaba tiempo trabajando: "El astronauta". El concepto, explica Collín, "es parte de una metáfora sobre el viaje hacia uno mismo que emprende la Xata y habla también del exilio espacial". Es, en definitiva, "un autoexilio, huida y alejamiento de esta tierra". Sobre esta base teórica de la artista, la fotógrafa desarrolló "Esnalar" (volar en asturiano), "un haiku visual que reivindica el encuentro con la propia sombra y la confianza en la intuición y la pasión", explica Collín.
Para Cofiño, se trata de "un viaje al infinito, a lo más adentro, en el que la astronauta, hastiada de este planeta, se autoexilia y amenaza con no volver".
Todo estaba listo para trabajar juntas, pero cinco días después de aquel encuentro y de trazar las líneas del proyecto se decretó el estado de alarma y el confinamiento. . "Ahora más que nunca necesitamos volar, esnalar, y confiar en nosotros mismos para una vez que salgamos del confinamiento emprender esta nueva andadura desde otros lugares", resume Collín
texto DAVID ORIHUELA para LNE
Sísifo y la felicidad
EL VACÍO
CONFINAMIENTO
CONCURSO DE BELLEZA MUSEO DE BELLAS ARTES DE ASTURIAS 2014 DIRIGIDO POR PACO CAO
Reyes, reinas, artistas, damas, caballeros, una prostituta, un papa, un príncipe, un clérigo, vírgenes, un marqués, una condesa...todos compiten para alzarse con el premio
Miss y Míster Museo de Bellas Artes de Asturias, 2014.
Dirección : Paco cao
Producción : Noche en Blanco
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www.pacocao.es
DESEO
Era un hilo de sonido desplegado entre el callejón oscuro y la última luz de la tarde. Las sábanas tendidas se agitaban levemente con aquel viento que traía el sonido y lo azuzaba, lo imprimía contra la ventana batiente y era, pensó la chica, como una tela que rozara su piel y la erizara. Ahora el sonido enflaquecía y se ondulaba no sabía por qué caminos que presintió íntimos, remotos para volver de nuevo como un turbión que pudiera abrir la ventana del todo, rasgar las sabanas con aquel ruido levemente obsceno. Se sintió ruborizar. Podía acercarse y abrir la ventana y ver quién se empeñaba en lanzar aquel sonido que trataba otra vez de cruzar la noche y alcanzarla hasta más abajo de la cintura para quedarse allí, febril, como si hubiera encontrado un refugio. Podría, pensó ella, enamorarme de quien toca ese instrumento bajo mi ventana, bajo las sábanas de la cama desplegadas ahora en el tendal como dos alas voluptuosas mostrando su pudor. Podría, pensó ella, asomarme a la ventana y descubrir su rostro y enamorarme o cerrar los postigos y dejar de escuchar. Sin embargo, nada hizo, se acurrucó un poco más en el sofá y continuó con el trenzado de las hojas de palma, sin saber si resistiría, preguntándose cuánto podría durar aquello hasta que el fin cesó la música. Entonces deseó que llamaran a la puerta.
Irma Collín/ Mónica Rodríguez- Objetivo Doble Dos- Expo colectiva.